A menudo es difícil trabajar en las
escuelas, ya que los niños disfémicos (tartamudos) en su mayoría tendrán que soportar la frustración
y el esfuerzo para superar su tartamudez. En general todos crecemos con la
adversidad y conforme al tiempo descubrimos que las batallas obtenidas con
mucho esfuerzo son las que traerán la mejor recompensa.
Es importante
involucrar a los profesores en el proceso terapéutico, ya que tienen una gran
influencia en el paciente debido a que el niño su mayor tiempo pasa dentro de
la escuela por lo cual se debe tener una excelente relación para que se
involucren y estén dispuestos a seguir nuestras recomendaciones.
Algunas recomendaciones
para el manejo escolar de niños con tartamudez son:
- Ayudar a todos los miembros de la clase a que aprendan a tomar turnos para hablar y escuchar. Todos los niños, y especialmente aquellos que tartamudean, encuentran mucho más fácil hablar cuando hay pocas interrupciones y tienen la atención del oyente.
- Esperar la misma calidad y cantidad de trabajo de un estudiante que tartamudea así como de uno que no lo hace.
- Hablar con el estudiante de manera tranquila y haciendo pausas frecuentes.
- Y ante todo tener PACIENCIA.
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